07 diciembre, 2014

38.- Osito MA

El 3 de Diciembre, tanto en el país vasco, como en la empresa donde trabajo, se celebra el día del Euskera.
Todos los años, organizamos un lunch, donde colaboramos todo lo que podamos.
El año pasado, la temática fue la repostería. ¡Estupendo! ¡El tema, era perfecto para mi!
Pero este año, nos ha tocado hacer pinchos. ¡Qué se le va a hacer!
Os confieso, que los pinchos no son mi fuerte.
En un primer momento, pensé: ¡A vale! ¡Voy a hacer unas galletas!
¡Ya, ya, ya lo se! Ya se que las galletas no tienen nada que ver con los pinchos.
¡Pero fue lo primero que pasó por mi cabeza!
Y sin pérdida de tiempo, el fin de semana, me puse a ello.
Lo primero que hice, fue el diseño de la galleta, en photoshop.
Si algo he aprendido, ya después de hacer unos cuantos desastres, es que antes de empezar a decorar una galleta, hay que diseñarla a conciencia.
Alguno pensará: "Qué tontería, pero si solo es una galleta!
¡Pues no! ¡No es solo una galleta!
LLeva diseño, técnica... No es del todo sencillo. Aunque todo es ponerse...
¡Así pues, dicho y hecho! Me hice un montón de galletas.
Ya puestos... no iba a hacer solo una. Empecé con 15... pero llegué a los 30 ositos. Y después continué con los renos y con los Gingermen.
¡Me quedaron monísimas, muy bonitas!
Pero había algo, que no me cuadraba. ¡Y casi desde el principio pero bueno!
La temática del lunch (los pinchos), no encajaba con las galletas que había hecho. 
Euskera, pinchos... ¿Pero cómo carajos, iba a llevar yo, a mis ositos navideños papa Noel MA? Si no pegaban ni con cola...
Es por eso, que llegó el miércoles el día del Euskera, y mis pequeños ositos, se quedaron en su cestita, esperando su momento.
Así pues, cuando llegó el viernes, un dia normal, pero era viernes..., me animé a llevar a los pobrecitos.
¿El resultado?
Ahora os lo cuento:
Antes que nada, preparé la glasa para decorar las galletas:
Ingredientes para la glasa:
- 500gr. de azúcar glas.
- 2,5 tablespoon de albumina en polvo.
- 1/4 de teaspoon de Cremor tartar.
- 70 gr de agua (incluir unas gotas de esencia de algún aroma sin aceite, para dar buen sabor a la glasa).
Preparamos la glasa:
-Mezclamos los ingredientes secos, durante 4 minutos.
-Agregamos el agua.
Mezclamos con la pala, si tenemos kitchen aid. Y en su defecto, utilizaremos las varillas.
Batimos a mínima velocidad (unos 8-10 minutos), hasta que la mezcla sea homogénea.
-Ya cuando tenemos preparada la glasa madre, que es como yo la llamo, preparamos la glasa de consistencia de perfilado y relleno.
Por cada 1/4 de taza (cup 60ml), añadimos 2,5ml de agua.
-Damos color a la glasa.
¡Y ya está!
Comenzamos con la decoración:
Cuando ya tenemos las galletas y la glasa preparadas, empezamos a glasear las galletas.
Lo hacemos en serie, una tras otra.
Hay que tomárselo con tranquilidad. Sobre todo las primeras galletas.Ya que son las más difíciles.
Las siguientes, suelen ir rodadas.
Comenzamos con el glaseado blanco.
Cuando se seca la glasa blanca, pasamos a la glasa roja.
Antes de poner los ojitos, aplicamos el colorete en polvo, utilizando un pincel.
¡Igual que cuando te maquillas!
Antes de aplicar los polvos, es conveniente pasar el pincel por un papel, para quitar el exceso de polvo.
Este osito que vemos aquí debajo, es el que hice en una segunda fase.
Primero hice 15 galletas, y luego continué con otros 15 en una segunda tanda.
En esta segunda tanda, cambié el orden de las operaciones.
¡Es curioso! Pero mientras vas decorando las galletas, te vas dando cuenta de como puedes mejorar el proceso, para que quede mejor, y para reducir el tiempo de decorar la galleta.
Y aquí los vemos todos juntitos, ya con la camiseta serigrafiada con el logotipo de mi empresa.
Las letras las escribí con rotuladores comestibles en rojo y negro.
¡No me diréis que no es una pasada!
Si pones un montón de galletas similares una al lado de otra, cuanto más cantidad pongas, más bonitas quedan.
Estos parecen un ejercito de ositos trabajadores.
Y después de terminar con los ositos, como ya me había emocionado y había cogido la marcha, me puse a decorar unos renos.
Lo que más me gustó a la hora de decorarlos, fue el poco trabajo que llevaban, y lo monos que quedaban.
Estas son las mejores galletas: Las que llevan muy poco trabajo, y son así de bonitas.
Las que se hacen en un pis pas.  
¡Ah! Y luego, como me sobraba tiempo (es broma), seguí con los gingerman, y con algún que otro arbolito de navidad.
¡Igual de sencillos, igual de resultones! ¿Qué os parece?
Y una vez terminados, comenzamos la sesión de fotos, en condiciones... para el blog.
Y ya sacadas las fotos de rigor, empaquetamos todas las galletas unitariamente.
Digo empaquetamos, porque tuve la estelar ayuda de mi ayudante de siempre.
¡Hacer las galletas, me costó mi tiempo no os voy a mentir!
Pero el empaquetarlas... ¡Nos lo tomamos con filosofía!
Imaginaros... mi pequeño gran ayudante, con sus deditos regordetes, intentando abrir estas diminutas pinzas, una tras otra, una tras otra... no sé... unos 30 segundos por pinza más ó menos....
¡Tiempo, pasamos tiempo! Pero era encantador y gracioso verle abrir cada pinza. ¡Autentico!
Y una vez empaquetados, los metimos en las cestas de Txanogorritxu ("caperucita").
Y este es el después, cuando traje la cestas de vuelta.
¡No quedó ni una galleta de muestra!
¡Bueno sí! ¡Quedaron un par de pinzas, y una galleta!
Me traje un reno de los de chocolate, para mi encantador Iker.
El como siempre, recibió al reno encantado.
Y luego pasó a la acción...
And ¡that's all folks! 
Venga ánimo, que ya empieza la cuenta atrás de las navidades.
¡A ver qué nos trae el Olentzero!
Iker ya me dijo: "Amatxo, te voy a ayudar a meter las galletas en las bolsitas. Seguro que me ve el Olentzero, y le va a gustar".
¡Quien pudiera tener y mantener esa inocencia!
¡Feliz Domingo!

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